Este bello bulevar, primer ejemplo de una alameda urbana desde el siglo XVI, se extiende entre árboles centenarios desde la glorieta de Carlos V hasta la Plaza de Cibeles. A lo largo de su recorrido se suceden algunos de los museos y espacios culturales más destacados de Madrid, como el Museo del Prado, el Museo Nacional Thyssen Bornemisza, el CaixaForum Madrid o el Real Jardín Botánico, así como importantes muestras arquitectónicas y artísticas de la ciudad. Desde el 25 de julio de 2021, es reconocido como Patrimonio Mundial de la UNESCO.
En torno al Paseo del Prado, se sitúan las grandes instituciones culturales, científicas, políticas, económicas y representativas de la sociedad madrileña y del Estado español.
El origen de este espacio urbano se remonta al Prado de los Jerónimos, en alusión a las posesiones que rodeaban el monasterio de San Jerónimo el Real en el siglo XVI. Comenzó a ser ordenado urbanísticamente por Felipe II, siguiendo el cauce del arroyo de la Fuente Castellana, concibiéndose por primera vez un espacio para que todos los ciudadanos, sin distinciones sociales, pudieran disfrutar de la naturaleza dentro de los límites de la ciudad.
A finales del siglo XVIII, Carlos III abrió puntualmente los jardines de El Buen Retiro al público, integrándolos en la renovación general de la ciudad, con una nueva visión del espacio urbano que incluía un factor innovador y decisivo único en su época: la creación de un conjunto de instituciones de carácter científico. Era un gran proyecto de divulgación de la ciencia y de enseñanza científica para todos los ciudadanos que, al tiempo de embellecer la ciudad, constituyó un modelo de desarrollo urbano del periodo ilustrado. Además, transformó el espacio en el Salón del Prado, decorado con algunas de las fuentes que podemos contemplar hoy, como la de Cibeles, Neptuno y Apolo, todas ellas diseñadas por Ventura Rodríguez.
A lo largo de su historia al Paseo del Prado se le han añadido diversos palacios y edificios públicos. Desde 2015, está protegido como Bien de Interés Cultural.
PATRIMONIO MUNDIAL DE LA UNESCO
Desde el 25 de julio de 2021, el Paseo del Prado es reconocido como Paisaje Cultural Patrimonio Mundial de la UNESCO, junto con el Parque del Buen Retiro. La elección del proyecto madrileño, denominado Paisaje de la Luz, ha reconocido la relevancia de aunar en un entorno urbano naturaleza, cultura y ciencia, un hecho que convirtió a Madrid ya en el siglo XVI en la primera capital sostenible de Europa.
Todo ello confiere al Paisaje de la Luz un valor universal excepcional que ha sido reconocido por la UNESCO y lo define como un modelo único de urbanismo singular adelantado a su tiempo, que se extendió más allá de nuestras fronteras, reflejo de un ideal sobre una nueva sociedad. Un paisaje cultural urbano, rico y heterogéneo, evolutivo y dinámico, diseñado cuidadosamente para el recreo y la formación de los ciudadanos, en contacto con la naturaleza.