Los amantes del vino tienen en esta taberna una cita imprescindible. Situada en la gastronómica calle Ponzano, se trata de una bodega que conjuga lo clásico y lo moderno y en la que se puede degustar buen vino, raciones, tablas y platos de cuchara, o si se prefiere cervezas especiales y chic como Cibeles o Ceriux.
El local está pensado para el aperitivo o tapeo de pie, aunque cuenta con cuatro mesas altas, así como la barra blanca desde donde se sirven los vinos y una pequeña barra que recorre una pared para poder apoyar los vasos y platos.
La carta ofrece la posibilidad de elegir entre alguna de las más de 400 referencias de caldos procedentes de casi todas las regiones españolas, así como un gran número de vinos internacionales, que se pueden acompañar con embutidos, salazones, tablas de quesos, conservas e incluso platos como los callos, la fabada, la empanada de rabo de toro o la carrillada de ternera.