Hace más de un siglo que una familia de emprendedores gallegos inició la aventura de crear un negocio dedicado a la alta joyería con unas señas de identidad muy definidas: innovación, elegancia y profesionalidad.
Su primera tienda en Madrid, en la calle Serrano, fue el principio de una historia de éxito, que se ha visto avalada con la apertura de nuevas tiendas en la capital y con la confianza del cliente depositada en esta marca y en el trabajo realizado a lo largo de estos años.
Sortijas, collares, pendientes, gemelos, pulseras y relojes de Carbal muestran el esfuerzo por crear joyas diferentes que sorprenden al cliente. Además de sus propias colecciones, también ofrecen un servicio de restauración de antiguas joyas y la posibilidad de diseñarlas según las indicaciones del cliente, es decir, totalmente personalizadas.
En Madrid disponen de otra tienda en la Avenida de Bruselas, 52, en el barrio de Guindalera, también en el distrito del Barrio de Salamanca.