En 1881, sobre un solar perteneciente a las Descalzas Reales y que tuvo como primer propietario al conde de Romanones, se levantó el germen de lo que es hoy el Hotel Preciados, un moderno edificio completamente rehabilitado que también puede presumir de encontrarse en la principal arteria comercial de la ciudad: la calle Preciados, en el eje Sol / Gran Vía.
El hotel, que ha sabido combinar la elegancia clásica de su origen decimonónico con el diseño vanguardista del siglo XXI, se ubica en un incomparable marco en pleno centro de la ciudad, delimitado por la Gran Vía y la Puerta del Sol, y a sólo un paso de otros puntos de interés como el Madrid de los Austrias, el Teatro Real, la plaza de Oriente, el Palacio Real o la plaza Mayor.
La cultura y la oferta de comercios se unen en el enclave del hotel Preciados al ocio nocturno, pues andando se puede ir también a las principales zonas y locales de copas. Los que prefieren el día sin renunciar a la comodidad que supone alojarse en el centro tienen garantizados la tranquilidad y el descanso, ya que todas las habitaciones están insonorizadas con un sistema de doble acristalamiento en las ventanas.
Pero si hay algo de lo que puede alardear el hotel es de su restaurante, el Café Varela, punto de referencia de numerosos literatos, como Emilio Carrere, hasta mediados del siglo XX. Diseñado bajo un estilo moderno y minimalista, su carta tiene como base fundamental la cocina mediterránea y gallega. Sus especialidades son la merluza coruñesa con cachelos y el pulpo a la gallega, si bien todos los días se puede degustar su variedad de tapas y pinchos actuales, y su menú diario. Los domingos los dedica a la preparación del plato más castizo: el cocido madrileño.