Cerrada al público durante varios años en los que se ejecutaron obras de rehabilitación, la capilla del Museo de Historia es un espacio polivalente que acoge todo tipo de eventos, entre los que se encuentran conciertos y conferencias, y que además exhibe la gran obra San Fernando ante la Virgen, del pintor barroco Luca Giordano.
Declarada Monumento Arquitectónico Artístico en 1919, el uso cultural de la capilla del Museo de Historia se remonta a 1926, dos años después de haber sido adquirido por el Ayuntamiento. Entonces albergó la Exposición del Antiguo Madrid, así como otras muestras posteriores, y llegó a ser depósito de la Biblioteca Municipal.
Uno de los principales atractivos de la capilla es San Fernando ante la Virgen, una obra de 580 centímetros de altura y 410 centímetros de ancho que data aproximadamente del año 1700. Desaparecida en la segunda mitad del siglo XIX, fue recuperada por casualidad en 1990, escondida tras una capa de pintura de un anónimo que repintó el lienzo. El traslado ese año de la Biblioteca Municipal, alojada en la capilla, al Centro Cultural Conde Duque, permitió dar con esta obra de uno de los pintores más importantes del Barroco.
La pintura, que figura en el testero de la capilla, representa al rey Fernando III arrodillado ante la figura de la Virgen con el Niño, quien se dispone a atravesar con una cruz en forma de lanza a un dragón. El monarca les ofrece la toma de la ciudad de Sevilla, cuyas murallas, rodeadas por sus tropas, señala con la mano izquierda, mientras con la derecha levanta una espada.
El año 2016 se culminó una nueva remodelación de la capilla, según diseño de Juan Pablo Rodríguez Frade, artífice de la rehabilitación del museo, con la idea de utilizar este espacio como salón de actos del museo.
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