Era una vez un bosque

La sala Nave 73 acoge los días 20, 21 y 22 de septiembre el estreno de Era una vez un bosque como parte del Festival Imparables. Una experiencia de teatro documental creada en Madrid por tres artistas chilenos que transforman las memorias personales en un bosque escénico lleno de raíces, migraciones e identidades compartidas.

Este proyecto ofrece un viaje íntimo en el que lo personal se vuelve colectivo y lo humano se enlaza con lo natural. Sobre el escenario, Vanessa Alicel, Mauri Concha y Paulette Fabres abren un espacio poético y sensorial que cruza biografías, archivos reales y testimonios con una poderosa metáfora: así como los árboles resisten, migran o son arrancados, también las personas enfrentan desplazamientos, arraigos y transformaciones.

Esta obra tiene su raíz en el trabajo de investigación desarrollado por Vanessa Alicel en Inconsciente Lab, su laboratorio escénico en Chile. En este espacio, Alicel exploró durante varios años el teatro documental desde una metodología propia, trabajando con actores naturales y profesionales a partir del autoconocimiento y el vínculo con la naturaleza.

Un vez en Madrid, Vanessa Alicel compartió esta idea con Paulette Fabres y Mauri Concha, quienes se sumaron al proceso creativo. Juntos presentaron la propuesta a la convocatoria Pasar a la acción de la Escuela Universitaria de Artes TAI, en la que recibió el impulso de un comité de expertos que animó al equipo a continuar su desarrollo. 

Esta propuesta escénica alterna entre la mesa de “la once” chilena, símbolo de encuentro familiar, y un invernadero que custodia lo íntimo y lo onírico. En este proyecto, el público es invitado a reconocerse en los relatos de los otros, a revisar sus propias raíces y a cuestionar la fragilidad de los entornos que habitamos.

Duración aproximada: 60 minutos