Búcaros. Valor del agua y exaltación de los sentidos en los siglos XVII y XVIII

Entre el aroma del barro cocido y la elegancia del arte virreinal, el Museo de América presenta del 23 de mayo al 19 de octubre una exposición que explora el fascinante universo de estos objetos de cerámica que trascendieron su uso cotidiano para convertirse en grandes emblemas

Comisariada por su director, Andrés Gutiérrez Usillos, la muestra se centra en uno de los fenómenos culturales y estéticos más peculiares del mundo barroco: el uso, consumo y simbolismo de los llamados búcaros, piezas de cerámica fina originarias de América y Europa.

Estas piezas, fabricadas con barros rojos y decoradas con engobes cremosos, pan de oro, pintura azul y roja, eran apreciadas no solo por su belleza, sino por las propiedades que conferían al agua, manteniéndola fresca y otorgándole sabor y aroma.

Se producían en centros alfareros de la Nueva Galicia, Cuautitlán, Chile, Portugal y Extremadura, entre otros. Además de su función práctica, los búcaros adquirieron un fuerte componente simbólico: se asociaban al refinamiento femenino, a la religiosidad, al coleccionismo y, en algunos casos, incluso a rituales de ingestión del barro.