Todos los años la Fundación Casa de México en España celebra a lo grande el Día de Muertos. Del 4 de octubre al 9 de noviembre de 2025 se puede visitar el Altar de Muertos inspirado en el viaje del mundo de los muertos al mundo de los vivos a través de los sentidos. El altar de 2025 se ambienta en el cabaret mexicano que tiene sus raíces en las primeras décadas del siglo XX, influenciado por el cabaret europeo, especialmente el francés y el alemán. Además del altar, la fundación prepara muchas más actividades que permiten conocer más a fondo esta bella tradición.
Fundación Casa de México en España, en su misión de mostrar y dar a conocer las tradiciones de México, celebra la octava edición de su conocido altar de muertos. La edición de 2025 presenta un altar inspirado en el cabaret mexicano, titulado Cabaret El recuerdo, que tiene sus raíces en las primeras décadas del siglo XX y que llegó a México como una forma de entretenimiento nocturno en cafés y salones, pero pronto adquirió un carácter propio.
El diseño y coordinación del altar correrá a cargo del arquitecto y diseñador Guillermo González, reconocido por su capacidad de transformar espacios en escenarios llenos de magia, elegancia y originalidad. Su enfoque destaca por una meticulosa atención al detalle, una visión estética innovadora y el dominio en la composición de colores, texturas y formas para lograr ambientes únicos y sofisticados.
Este altar no solo honra a quienes ya partieron, sino que también recuerda que la vida, como el mejor de los cabarets, debe vivirse cantando, bailando y amando hasta el final. Cada uno d elos elementos evocan la presencia de aquellas almas que no se han ido del todo. Sus risas aún flotan en el aire, sus pasos aún marcan el ritmo entre bastidores, y su recuerdo brilla como el último foco sobre el escenario.
El altar cuenta con doce catrinas a tamaño real -realizadas en cartonería, técnica artesanal que combina papel, engrudo y pintura para dar vida a figuras llenas de color e imaginación-, 62 esferas de vidrio soplado y un candelabro de calacas y diablitos de cartonería.
También cuenta con Tzompantli, que en náhuatl significa hilera de cráneos se construía por los mexicas para rendir culto a Huitzilopochtli, dios de sol y de la guerra. Y no pueden faltar las flores, que representan el elemento tierra. Las más usadas son las flores de cempasúchil que con su olor ayudan a las almas a encontrar el camino hacia el altar. Serán el elemento más destacado en la fachada.
Fundación Casa de México en colaboración con el Ayuntamiento de Madrid, expondrá tres altares más en CentroCentro, Matadero y en la plaza de Daoíz y Velarde.
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