En el eje de la política, las finanzas, la cultura y las compras, muy cerca de la Puerta del Sol, se ubica desde octubre de 2004 el Hotel Urban. Obra de los arquitectos Carles Bassò y Mariano Martitegui, el edificio destaca por su arquitectura de vanguardia y por la valiosa colección de obras milenarias que alberga su interior.
Mérce Borrel, interiorista encargada junto a Jordi, señala que "el hotel se inspira inicialmente en el Art Decó, combinando la esencia del pasado con los aires actuales de modernidad". Los materiales empleados son nobles (mármoles y maderas) y en las paredes se emplean colores claros para dar luminosidad y brillo. Borrel destaca que uno de los elementos más innovadores es un sofisticado sistema de iluminación en el que "el cliente tiene diferentes escenas para adaptar a sus necesidades, dependiendo de la hora del día y del momento dentro de la habitación".
Al mismo tiempo, habitaciones, pasillos y zonas comunes se convierten en un singular museo compuesto por una colección de obras de finales del siglo XIX y principios del XX, originarias de Nueva Guinea y Papua, del Museo de Arte Egipcio y piezas de arte oriental. En verano, además, se puede disfrutar de su piscina exterior, desde la que disfrutar también, de día o de noche, de unas vistas espléndidas al casco antiguo de la ciudad.
En la oferta gastronómica del hotel Urban destaca el restaurante Cebo, en el que se puede disfrutar de una cocina contemporánea con influencias mediterráneas y con gran protagonismo de la gastronomía madrileña (galardonado con una estrella Michelin en su edición 2018) y el Glass Mar, un espectacular bar acristalado que desde otoño de 2017 dirige el chef gaditano Angel León, encargado de ofrecer una propuesta gastronómica basada en el picoteo, en productos de mar y con un guiño a la cocina madrileña.