La Casa de la Arquitectura acoge una exposición que presenta un recorrido por varias maquetas de edificios construidos en España por arquitectos españoles desde la Transición hasta nuestros días, destacando aquellas obras que han marcado la historia reciente de nuestra arquitectura, tanto por su calidad y singularidad como por su legado. Se puede visitar hasta el 1 de junio.
Siguiendo una línea cronológica, las piezas se exponen como si se tratara de una España en miniatura, constituyendo un único paisaje. El recorrido incluye arquitecturas de todas las Comunidades Autónomas así como se han incluido obras construidas por mujeres. Uno de los criterios de la selección ha sido que las maquetas deben corresponderse con obras construidas, por lo que una fotografía de cada edificio acompaña la maqueta y sirve para facilitar la lectura a un público no especializado.
Las maquetas proceden, en su mayor parte, de los estudios profesionales de los arquitectos, aunque unas pocas están en manos de instituciones y un buen grupo procede de la Fundació Mies van der Rohe de Barcelona.
El altillo de la sala se reserva a aquellas obras fruto de la euforia de tener que construir un nuevo país democrático y de las autonomías durante la Transición, en un contexto social en el que el arquitecto gozaba de respeto y capacidad de decisión. Esta etapa estuvo presidida por dos grandes hitos que transformaron el país: la Exposición Universal de Sevilla y los Juegos Olímpicos de Barcelona, ambos en 1992.
La sala principal presenta un paisaje de maquetas de la arquitectura más contemporánea, aquella que todavía están construyendo estudios en activo y que, agrupadas por afinidades, presentan a las generaciones que han construido el país desde más o menos la entrada de la Ley del Suelo de 1996 y la consiguiente liberalización del mismo, hasta aquellas otras que lo han construido después de la crisis financiera de 2008, con una vertiente especialmente inmobiliaria en España, es decir, desde el entusiasmo de que todo era posible hasta la precariedad actual de la profesión.
Si con la última crisis económica la figura del arquitecto perdió gran parte de su poder y prestigio, la buena arquitectura de hoy pasaría por reconocer su utilidad dentro de la sociedad.
Crédito imagen:
Fotografía de Stefano Graziani