Garbel Madrid

Esta taberna del barrio de Chueca fue fundada en 1940 por Belarmino García y se hizo famosa por sus bocadillos de calamares y pinchos de tortilla. Setenta años más tarde, la nieta del fundador decidió reabrir el bar adaptándolo a los nuevos tiempos, con una decoración totalmente renovada, mezcla de un estilo vintage y aires industriales.

La entrada de este restaurante, con un enorme grafiti, ya nos habla del ambiente moderno de este local con cuatro zonas diferentes donde disfrutar de su esencia según el momento del día en el que nos encontremos. Hay una zona de mesas altas, otro espacio 'chill out' muy popular durante el 'afterwork', un comedor y un espacio más íntimo y recogido. Su carta cuenta con una amplia selección de bocadillos elaborados al momento, con panes personalizados como el clásico de calamares servido en pan negro, pollo con verduras en pan de curry, tortilla con pimientos verdes o el de roast beef, berenjena y brie. También ofrece clásicas raciones de croquetas, huevos rotos o gambas al ajillo, además de otros platos originales como los tallarines con repollo, judías, zanahoria, apio, calabacín y gambas, o los rollitos Garbel, elaborados con pasta de rollo de primavera en versión mini, carne picada, verduras y salsa agridulce, entre otras propuestas.