El festival Noches del Botánico ha preparado la noche del 18 de julio en el Jardín Botánico de la Universidad Complutense (Real Jardín Botánico Alfonso XIII) una doble cita protagonizada por el pianista cubano Chucho Valdés que celebra el 50 aniversario de su formación Irakere y la cantante de jazz Andrea Motis que reafirma su alianza con la Camerata Papageno de Chile.
Dionisio Jesús Valdés Rodríguez, más conocido por el nombre artístico de Chucho Valdés, es un pianista nacido en Quivicán (Cuba) en 1941 hijo del también pianista Bebo Valdés. Es el fundador del conjunto Irakere y tras una carrera de más de 60 años ha indagado en las concepciones sonoras de estilos tan diversos como la música afrocubana, el jazz, la música clásica o el rock, y siempre desde una visión profundamente personal.
A lo largo de su carrera ha sido galardonado con varios premios Grammy y ha sido incluido en el Salón de la Fama de los Compositores Latinos y en 2006, fue nombrado Embajador de Buena Voluntad de la Organización para la Agricultura y la Alimentación de las Naciones Unidas (FAO).
En este concierto el Madrid revive el trabajo de esta emblemática formación Irakere acompañado por los músicos de su cuarteto: José A. Gola (bajo eléctrico y acústico), Horacio Hernández (batería) y Roberto Jr. Vizcaíno Torre (percusión), además de Eddie de Armas Jr. (trompeta), Osvaldo Fleites (trompeta), Luis Beltrán (saxofón), Carlos Averhoff Jr. (saxofón), hijo de un antiguo miembro de ‘Irakere’ ya fallecido, y el vocalista Ramón Alvarez.
Por su parte, la joven artista catalana Andrea Motis comenzó en el panorama musical en el año 2010 y ha demostrado una gran madurez artística con el jazz de la mano de Joan Chamorro y la Sant Andreu Jazz Band, forjándose junto a músicos como Wycliffe Gordon, Jesse Davis, Bobby Gordon o Dick Oatts, entre otros. En 2011, Quincy Jones ya se fijó en ella y la invitó a compartir escenario en el Festival de Peralada. A lo largo de su trayectoria musical, la artista ha encontrado su propio camino artístico.
Con el tiempo, la artista ha sabido encontrar su propio camino artístico, algo que quedo patente en el disco Loopholes (2022) donde se atrevió con nuevos sonidos que se acercaban al funk, el neosoul y el jazz eléctrico. Ahora en esta cita en el festival Noches del Botánico presenta el disco que grabó en Chile junto a la Camerata Papageno: Febrero (2024).